Lámpara de sal

Las lámparas de sal están hechas de rocas extraídas del Himalaya. Tienen más de 250 años y son totalmente naturales. Bien pulidas o con su forma original son convertidas en objetos decorativos, portavelas o lámparas.

La naturaleza es la que se encarga de producir estas lámparas por lo que cada una es única en su color y forma, ninguna es igual. Entre los tipos de sal que se utilizan para fabricar estas lámparas se encuentran litio, halita, colpa común blanca, roja y amarilla y selenita.

Si tú también estás buscando una lámpara de sal del Himalaya, a continuación tienes una selección de las más bonitas:

Estas lámparas de sal se fabrican de modo artesanal, simplemente toman una piedra de sal, la perforan para hacer una cavidad para introducir una pequeña lamparita. Y en la base de la piedra colocan un soporte que lleva acoplado un casquillo. Éste va conectado por un cable que habremos de enchufar a la red eléctrica mediante el consiguiente enchufe que lleva en su extremo. Gracias a las propiedades ópticas que posee la sal, es por lo que vemos que la piedra se ilumina en todo su cuerpo, dando además un aspecto precioso a la lámpara.

Relación entre la ionización del aire y las lámparas de sal

En el aire que respiramos existen unas moléculas que contienen pequeñas cargas eléctricas (negativas y positivas). Estas partículas que están cargadas de electricidad se denominan IONES. En la naturaleza estos iones son negativos y positivos, en las ciudades suele haber exceso de positivos, mientras que en la sierra y en el campo son abundantes los negativos.

En nuestros procesos psicológicos y biológicos, los iones toman un partido notable. La ionización del aire es básica e imprescindible para el mantenimiento de la vida en la tierra. Un desequilibrio de iones positivos es perjudicial para todos los seres vivos.

Remi Florian (un reputado geobiologista) escribe lo siguiente:

En nuestras casas el aire que respiramos está cada día más contaminado comparado con el exterior, todo ello debido a la cantidad de aparatos eléctricos, ordenadores, móviles y demás utensilios que conviven con nosotros. Siendo cierto que nos hacen la vida más fácil, no es menos cierto que cargar el ambiente de iones positivos, da lugar a una serie de molestias mentales y físicas como ansiedad, insomnio, depresión, dolores de cabeza, estrés, irritabilidad, etc.

El exceso de los iones positivos se da sobre todo en la ciudad, debido a que la contaminación atmosférica elimina los iones negativos.

Estas lámparas tanto de día como de noche emiten iones negativos, con lo que se consigue el equilibrio en el ambiente. Estos iones negativos neutralizan el exceso de positivos y purifican el ambiente donde se encuentran.

Su color anaranjado relaja el ambiente y a los que se encuentran en él y crea un espacio relajante que favorece la paz y la tranquilidad.

Nosotros somos capaces de absorber los iones negativos por medio de la piel, esto influye sobre los órganos internos pero sobre todo en el organismo en general a través de la respiración. Los iones negativos reducen la producción de la hormona “serotonina” que es llamada la hormona del estrés, estos iones normalizan la presión arterial tanto en el hipertenso como en el hipotenso.

La falta de vegetación alrededor nuestro, la contaminación de coches, plásticos, materiales sintéticos, pantallas de televisión, ordenadores…. todo ello conlleva una carencia de iones negativos en el ambiente que nos rodea.

La polución atmosférica empobrece la ionización de nuestro aire. Los sistemas de aire acondicionado o calefacción al producir fricción del aire contra los conductos de estos aparatos producen una pérdida total de los iones negativos, por lo que no es de extrañar que en las oficinas, rodeados de plásticos, ordenadores, fluorescentes, halla una carga excesiva de iones positivos que suele denominarse “carga estática”, que cuando llega a un máximo la podemos notar con un calambre o descarga al tocar algún objeto.

¿Por qué sal del Himalaya?

La Sal del Himalaya (según se cuenta) es distinta a la sal común. Los yacimientos salinos del Himalaya tienen millones de años de antigüedad y reposan sometidas a una gran presión tectónica en condiciones que las han preservado de tóxicos e impurezas dando lugar a las minas de sal más puras del planeta.

Según señalan los manuales que acompañan las lámparas, esas condiciones de formación han permitido que la sal cristalizada en el Himalaya absorba las vibraciones positivas convirtiéndose en un producto altamente saludable.

La sal del himalaya se comercializa tanto como aderezo para las comidas con propiedades revitalizantes, como con productos decorativos que contribuyen (en sentido Fen-Shui) a aumentar las vibraciones positivas de la casa donde se colocan.

Beneficios para la salud de una lámpara de sal

Tenerlas encendidas el mayor tiempo posible ya que es al calentarse cuando inician su proceso de ionización y limpieza del ambiente, aportando, entre otras, las siguientes ventajas:

  • Evita Dolores de cabeza y jaquecas
  • Pueden influir sobre determinados tipos de alergias
  • Aumentan la productividad de la persona
  • Reducen los efectos severos de los ataques de asma
  • Favorecen la concentración y la meditación
  • Reduce la propensión a las gripes y resfriados al aumentar la capacidad del sistema inmune
  • Es un producto ecológico
  • Es decorativa

Es aconsejable tener una lámpara cada 4 metros cuadrados.

A quienes practican la decoración basada en el Feng Shui esta lámpara les proporcionará determinadas propiedades según su localización:

  • Al Norte de la estancia es favorable para el trabajo
  • Al Sur aumenta el reconocimiento social
  • Al Este propicia buena fortuna a la familia
  • Al Oeste salud
  • Al Sureste o Noreste potencia la energía de la tierra en nuestro hogar, lo cual ayuda a la riqueza de los miembros de la familia y favorece el conocimiento.

Dónde comprar una lámpara de sal

Podemos encontrar lámparas de roca natural (es decir, si pulir, con aspecto rocoso) o pulidas en formas geométricas o escultóricas (hay infinidad de figuras, aunque yo sigo prefiriendo el aspecto ‘natural’).

Su punto de venta habitual son las herboristerias y tiendas especializadas en productos naturales, aunque de un tiempo a esta parte la popularización de las lámparas ha hecho que podamos encontrarlas también en tiendas de decoración e incluso en tiendas de venta por internet. En el artículo os he dejado varias ofertas para que podáis comprarlas online en Amazon y así os saldrá más barata y os la llevan a casa gratis.

Se venden en diferentes tamaños, por lo tanto tu precio también varía. En casa de mis padres tenemos una de unos 30cm de alto que costó hace unos años 45€ (aunque yo las he visto ahora más baratas) y yo tengo una de unos 15cm de alto que adquirí por unos 13-15€. Sin embargo estos precios son solo orientativos ya que, el hecho de que estas lámparas se hayan puesto tan de moda ha abierto el mercado de manera que podemos encontrar este producto por precios muy distintos, solo debemos buscar.

Mi opinión sobre las lámparas de sal

A mí me gusta siempre conocer ambos lados de las cosas y luego tomar mi propia decisión. En mi caso siempre me ha llamado la atención todo lo alternativo a lo convencional. Partiendo de la premisa que creo que la medicina actual solo se preocupa de paliar el síntoma y no tratar a la persona como individuo, todas las terapias alternativas tienen interés para mí. Nadie te obliga a creer o a probarlas , además no tienen efectos secundarios, con lo cual no veo contraindicaciones en su uso y conocimiento y aplicación a modo de prueba.

Otro factor que creo que es bastante relevante para elegir este tipo de alternativas, es la intuición, las sensaciones que nos produce el objeto personalmente. Creo que nos obligan a vivir en un mundo basado demasiado en lo visual, en lo material y los otros sentidos como el tacto, se van atrofiando a base de no utilizarlos.

Seguro que alguna vez os ha pasado que veis un objeto y os gusta, os llama, yo suelo decir que me ha enamorado y no dudáis en cogerlo, eso es intuición.

Los estudios pueden ser a favor o en contra, la lógica está muy bien pero al final solo quedan los resultados personales.

Por todo ello os puedo decir que yo tengo dos, una en el salón y otra en el dormitorio. No sé si me mantiene más equilibrada y sana, lo que sí puedo constatar es que me gusta la luz que emite, que proporciona un ambiente cálido y acogedor y que es de poco consumo, además queda muy bien visualmente en un cuarto.

Si me está beneficiando o no es difícil de discernir pero de lo que estoy completamente segura es que mal no me está haciendo.

Recomendable, sí..

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