Aceite esencial Lavanda

Si me pidieran elegir un único aceite esencial para usar, elegiría sin duda el de lavanda Es increíble, pero sirve para casi todo, desde aliviar migrañas y ayudar a conciliar el sueño por inhalación, hasta para suavizar la piel y calmar caspa y dermatitis.

El aceite esencial de Lavanda os será muy útil si padecéis reuma o simplemente algún tipo de inflamación. Lo aplicaréis mediante masaje. Además, su aplicación ayudará a vuestra piel a recuperarse de pequeñas heriditas, debido a su acción antiséptica.

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Cómo se usa

Como ya hemos indicado en alguna ocasión, hay que evitar ingerir los aceites esenciales (aunque el de lavanda no es de los más tóxicos), que deberían ser aplicados sólo en uso tópico. Aun así, conviene no aplicarlos directamente sobre la piel, pues la pueden irritar.

Los masajes con aceites esenciales se practican mezclando primero una base de aceite de girasol, de oliva o incluso de almendras dulces con unas gotas del aceite esencial. Digamos que el aceite esencial debería ser el 10% de la mezcla.

De esta forma, como podéis imaginar, las pequeñas botellitas de aceites esenciales os durarán muchísimo.

Cómo es la flor de Lavanda

La lavanda o Lavandula officinalis pertenece a la familia de las labiadas. La encontraréis en vuestro paseos por el campo en terrenos más bien calcáreos, en unas altitudes entre los 500 y los 1.800 metros, aunque a mayor altura menor cantidad de aceite esencial contienen sus flores. Se trata de un arbusto muy aromático leñoso, de hojas perennes, que puede alcanzar hasta 60 cm de altura.

Sus hojas son lineares, coriáceas, opuestas, sésiles y de color verde ceniciento. Sus flores son de color azul-violeta, y se agrupan en espigas terminales cilíndricas que comprenden unas 6-10 flores. La floración tiene lugar entre julio y agosto. Normalmente son precisamente sus flores la parte usada de la planta, aunque también se puede aprovechar en menor medida los tallos.

La lavanda más apreciada por la industria perfumera, por su fuerte aroma, es la lavanda cultivada en Inglaterra.

Pero además, la lavanda tiene un pariente muy estrecho, la lavandina. La lavandina es un híbrido de la lavanda y el espliego. Podéis encontrar también este vegetal durante vuestros paseos, pues crece de forma espontánea en las regiones donde estas dos plantas conviven juntas. Aunque también se cultiva de forma seleccionada.

Cómo fabricar aceite esencial de Lavanda

El aceite esencial de Lavanda se obtiene mediante la destilación al vapor de sus flores. Esto quiere decir que para producir 500 gramos de aceite esencial se necesitan aproximadamente 100 kilos de flores (también se pueden emplear los tallos para obtener aceite esencial, pero su aroma no alcanza la calidad del producido con las flores), lo que explica su precio más bien alto.

Si quieres fabricarlo tú mismo, simplemente tienes que seguir los siguientes pasos:

  1. En unos 500 ml de aceite de oliva sumergís unos 40 gr de flores de lavanda.
  2. La mezcla se pondrá al baño maría durante 2 horas.
  3. Se deja reposar unas 12-24 horas y ya está listo para ser aplicado.

Observaréis que el color de este aceite esencial está en una gama que va del amarillo obscuro al verdoso.

Principios activos del aceite esencia de Lavanda

Derivados terpénicos (1%), ácido rosmarínico, ácido ursólico, ácido cumárico, cumarina, cedreno y luteolina, aceite esencial (0,8%), carburos terpénicos, diperteno, camfeno, alcoholes terpénicos libres (30-40% del aceite), linalol, borneol, ésteres de linalol (35% de la esencia), acetato, geraniol, cineol (hasta un 3% del aceite esencial), taninos (12%), ácidos fenoles, ácido cafeico, ácido clorogénico, principio amargo.

Para qué sirve

Aplicaciones médicas

  • ANTISÉPTICO Y CICATRIZANTE: se aplica sobre la piel para curar heridas, llagas y quemaduras. Pero también resulta útil contra las contusiones.
  • ANTIINFLAMATORIO: reduce la hinchazón. Es útil contra los esguinces.
  • ANTIREUMÁTICO

Aplicaciones tópicas

El uso tópico de la lavanda no depende necesariamente de fricciones con el aceite esencial. Existe también:

  • La DECOCCIÓN: obtenida hirviendo diez minutos unos 50 gr de la planta por cada litro de agua. El resultado puede ser aplicado mediante compresas, lavados de la zona afectada, baños o incluso gargarismos.
  • La ALCOHOLATURA: que también se aplica en fricciones.
  • POMADAS o geles que podréis encontrar en las farmacias.

Aplicaciones internas de la planta

Esta planta puede ser también aplicada por VÍA INTERNA:

  • En INFUSIÓN preparada con 5 gr de flores por cada taza de agua. Se toman 3 tazas diarias tras las comidas.
  • TINTURA: que podéis adquirir en las farmacias (la posología suele ser de 50 gotas 3 veces al día, pero conviene que sigáis siempre fielmente los consejos del prospecto). Recordad que la tintura contiene alcohol, por lo que no debe ser aplicado a niños pequeños.
  • EXTRACTO FLUIDO: a la venta en farmacias.

Otras aplicaciones

Además, introcucida en saquitos de tela se puede usar para ambientar armarios y cajones.

El aceite esencial también se puede aplicar en los quemadores.

Propiedades

  • ESTIMULANTE ESTOMACAL: pero también es antiespasmódico, lo que favorece la relajación del intestino.
  • ESTIMULANTE HEPÁTICO: es colagogo y colerético, lo que quiere decir que no sólo estimula la producción de bilis, sino también su expulsión.
  • DIURÉTICO
  • HIPOTENSOR
  • SEDANTE: combate el estrés, las cefaleas, migrañas y el insomnio (también mediante los baños con la decocción). Igualmente combate las palpitaciones provocadas por un estado de nervios.

Contraindicaciones

No se debería aplicar sobre niños menores de seis años. Tampoco lo deben usar quienes sufran alergias respitratorias o hipersensibilidad hacia los aceites esenciales.

Además, debéis recordar que si excedéis las dosis aconsejadas os podéis provocar una dermatitis de contacto.

Aplicaciones culinarias de Lavanda

Helado de Lavanda

  • 1 puñadito de flores de lavanda
  • 4 huevos
  • 2 tazas de nata líquida
  • 1/2 taza de miel

Se baten las yemas y se mezclan con la nata y la miel. La crema resultante se pone al baño maría hasta que espese. Entonces se añaden las flores. Una vez que se ha mezclado bien, se mete en el congelador.

Para evitar que se os cree un bloque demasiado compacto, lo removéis de vez en cuando mientras que se está congelando.

Peras a la Lavanda

  • 4 peras grandes
  • 4 yemas
  • 30 cl de nata líquida
  • 100 gr de azúcar
  • unas 8 inflorescencias de lavanda

Se hace hervir la nata en un cazo y se añaden las flores. Se retira de fuego y se deja reposar. Las peras se cortan por la mitad y se colocan en una fuente para horno. Las yemas se baten con el azúcar y se agregan a la nata mezclando muy bien. Esta mezcla se vierte sobre las peras y se hornea unos 25-30 min.

Crema de chocolate con Lavanda

  • ½ litro de leche
  • 3 yemas de huevo
  • 75gr de chocolate sin leche
  • 75 gr de azúcar
  • 1 cucharadita de harina
  • unas 2 cucharadas de lavanda

Se trocea el chocolate y se mezcla con la leche y el azúcar hasta que el se funda. Se disuelve la harina en dos cucharadas de agua y se mezcla con las yemas. Se añaden éstas a la leche y se cuece al baño maría removiendo hasta que la crema espese. Se deja enfriar en copas y se decora con nata antes de servir.

Licor de Lavanda

  • Unos 50 gr de flores de lavanda
  • 750 gr de azúcar
  • 1 litro de alcohol
  • 1 ½ litros de agua

Las flores se dejan sumergidas en el alcohol en un bote cerrado herméticamente durante unos 30 días.

Pasado este tiempo, con el agua y el azúcar se prepara un jarabe a fuego lento. Se deja enfriar éste y se añade al alcohol. Se deja reposar una semana y se filtra.

Vinagre de Lavanda

Se coloca la hierba fresca y limpia en un tarro lleno de vinagre cerrado herméticamente. Se deja reposar durante unas 3 semanas y está listo para usarlo.

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