Compeed ampollas

Por desgracia o por fortuna, tuve que probar los parches Compeed para ampollas no hace mucho, y por vuestro bien espero que no los necesitéis pero por si acaso, creo que os puede ser útil ahora que vienen las rebajas y estamos estrenando regalos. Y es que los zapatos nuevos pueden ser una ilusión al principio pero al ir pasando las horas se pueden convertir en una tortura y eso es lo que me pasó a mí con unas botas fantásticas que me compré. Salí de casa tan contenta, sin saber lo que me esperaba, y al final del día, medio cojeando, intentando no pensar en el dolor, llegué a una farmacia y pedí auxilio medio llorando, medio gritando. En serio que lo pasé fatal.

En principio no conocía este producto del que os hablaré y fue una simpática farmacéutica la que me lo recomendó. Tenía un stand enorme con todo tipo de productos de esa marca y me explicó lo bien que iban. Yo sólo quería unas tiritas y su pasión al explicarme las bondades de ese producto me hizo dudar si era su carácter emocional y compasivo o simplemente ansia de vender, pero como yo no podía pensar mucho con la sensación de tener unas dagas clavándose en mis talones, me llevé el Compeed Ampollas como si fuese un tesoro más valioso que el anillo de Golum.

Al llegar a casa y quitarme las malditas, aunque preciosas botas, lo que vi era peor de lo imaginado y dude en si los parches me irían bien. En teoría es para cuando debido a la fricción del calzado, aparece una ampolla. Estas ampollas están rellenas de líquido y son bastante dolorosas, (si sois algo sensibles ir al párrafo siguiente…) pero a mí me habían reventado y tenía los talones en carne viva. En la caja también decía que se podían usar en ampollas abiertas, pero es que yo ya no tenía ni ampolla y no sabía si iría bien en casos tan extremos. Miré por internet y no encontré respuesta a mi pregunta, sólo publicidad y algunas opiniones, algunas buenas y otras no tanto. Al final me decidí a probar y como quedé muy contenta os lo puedo recomendar.

Como es Compeed ampollas

Tiene una triple función:

  1. Alivio inmediato y continuado del dolor.
  2. Ayuda a curar.
  3. Protege la herida del agua, la suciedad, las bacterias y los roces.

Hay varios tamaños para diferentes partes del pie, y los de los talones tienen un tamaño y una forma adecuada para cubrir esa zona, de unos 3 x 5 cm. En la caja se ve claramente el dibujo del talón con uno de los parches. Pero, no pueden cortarse para conseguir «mini parches» porque dicen que pierden el efecto.

Al principio lo que me sorprendió fue la textura porque parecían de goma o silicona y tenían un poquito de grosor. Son de color claro, entre blanco y amarillo en el centro donde se supone que tiene las propiedades que ayudan a curar.

La composición viene en la caja y seguro que está por internet pero son nombres raros así que no los voy a copiar, porque a no ser que seáis químicos no creo que os interese demasiado. Lo importante es que esa composición actúa eficazmente en la herida proporcionando un sistema de curación al que los de Compeed llaman Hydro Cure System.

Cómo se aplican los parches para ampollas

Primero hay que lavar la herida y secarla bien. Si la ampolla estuviese abierta y hay restos de piel, deben retirarse con cuidado. Si hay ampolla con líquido en su interior no debe pincharse.

Es muy importante calentar el parche frotándolo entre las manos un minuto, sacar las etiquetas protectoras y colocarlo en la zona afectada directamente, sin tocar la parte adhesiva con los dedos. Para que quede bien pegado se ha de calentar un minuto más aproximadamente frotando el contorno con los dedos.

Cómo actúan

Existe la creencia de que dejar una herida al aire es lo mejor para que se cure, pero de esa forma se favorece la formación de costritas porque es la manera en que el cuerpo se auto protege, como si formase un vendaje natural contra la suciedad y los gérmenes, pero la curación se hace más lenta y al caer las costras pueden quedar marcas o cicatrices. Pero los parches aceleran la curación y minimizan la probabilidad de que queden cicatrices:

Estos parches quedan pegados varios días sellando la herida y actuando como una segunda piel que repele el agua y la suciedad y mantiene la herida limpia, lejos del alcance de gérmenes. Así el cuerpo no necesita generar costras y se cura sin dejar marcas. Además, el parche absorbe los fluidos de la herida y los transforma en su interior en una especie de gel que proporciona un acolchado extra para ayudar a proteger la herida de golpes, rozaduras o nuevas fricciones, lo cual es un alivio continuo durante todo el día. Otra ventaja es que mantienen un nivel de humedad justo para que las células de la piel no se sequen y estén protegidas, regenerándose y curando la herida más rápidamente.

Se ha de llevar el parche hasta que se cure, que será una semana aproximadamente, según el tipo de herida. Los parches se despegan solos y es posible que se suelten antes de tiempo. En la caja pone que tardan 2 o 3 días en caer, pero si por el contrario se os queda muy pegado y os lo queréis quitar se puede remojar el pie en agua templada y estirarlos con cuidado.

Y algo importante es que son hipoalergénicos. Pero nunca está de más que si lo necesitáis preguntéis en vuestra farmacia de confianza, y si sois diabéticos preguntar antes a vuestro médico, ya que en la caja hacen esa advertencia, y no vaya a ser que por una ampollita tengamos peores consecuencias….

El precio

Creo que sólo se encuentran en las farmacias y en tiendas online, y me imagino el precio debe variar según el lugar. A mí me costaron unos 7 euros y al principio lo encontré caro, porque sólo vienen 5 parches, pero viendo lo bien que me fueron, ahora creo que la relación calidad precio es correcta.

Os acabo de dejar una oferta justo encima de estas líneas para que podáis conseguirlo más barato.

Mi opinión de Compeed Ampollas

Ya os he adelantado que quedé muy contenta, y mi caso no era una simple ampollita o una ligera rozadura.

Antes de ponerme los parches me escocían mucho las heridas y si me rozaba veía las estrellas, incluso al lavarme los pies, el agua me hacía daño. Pero fue ponerme los parches y se me calmó el dolor por completo, noté un alivio muy agradable, así que primera prueba superada! De verdad que el dolor desaparece como por arte de magia.

A la hora de poner los parches, es fácil y quedan bien pegados si se calientan un poco. Pero a los dos días uno se empezó a soltar de un lado. Así que en este aspecto le quito un punto porque aunque cumple con lo que dicen, creo que deberían quedar bien pegados más tiempo. Una vez que se empieza a desenganchar ya no hay manera de que vuelva a quedar pegado y se va ensuciando. Yo tuve suerte de los calcetines, que si no lo hubiese perdido por el camino.

Los parches con el tiempo se quedan algo hinchados y son cómodos de llevar porque hacen un efecto como de almohadilla. Como la zona queda acolchada me quedé tranquila porque protege de golpecitos accidentales, o nuevas rozaduras y se puede caminar sin temor y sin dolor.

Los llevé una semana, y a ratos notaba algo de escozor o picor, pero muy leve, y cuando por fin me los quité tenía un poquito de marca pero no había costra, la piel ya se había regenerado y no me hacían daño, sólo un poco de molestia si apretaba. Un buen lavado y al cabo de dos o tres días más, estaban perfectos, sin cicatrices, ni marcas.

En realidad espero no tener que volver a usarlos, pero si vuelvo a estrenar zapatos o botas, o si me voy a hacer una caminata por la montaña los llevaré en el bolso por si acaso. Creo que si me funcionaron tal como tenía los pies, mejor me irán si me pongo los parches con una rozadura o una ampollita, antes de que llegue a más, seguro que dolerá menos y aún se curará antes.

Así que ya sabéis mi opinión sobre este producto. Gracias por leerme, aunque el tema no fuese muy poético, es algo práctico y espero haber sido de ayuda.

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Cómo prevenir las ampollas: stick Compeed antirozaduras

Si sabes que tu calzado te puede llegar a provocar ampollas, lo mejor es adelantarse y comprar este stick antifricción que previene la aparición de las moletas y dolorosas rozaduras.

Este stick está indicado para prevenir la aparición de ampollas, es decir, normalmente cuando unos zapatos nos han hecho ampolla, tenemos miedo a volver a ponerlos, pues sabemos que nos las van a hacer.

Es tan sencillo como sacar la barra de stick, aplicar en la zona que sabemos nos harán las ampollas y poner los zapatos. No hay que hacer nada más.

El envase es tamaño barra de labios, un poco más grueso, en color verde. Lleva un tapón en verde transparente y al sacarlo podemos ver la barra de stick en color blanco.

Para sacar la barra sólo hemos de girar una ruedecita que biene en el soporte de la barra, y sacamos sólo una pequeña parte, así, evitaremos que se nos rompa el resto de la barra, tal y como suele ocurrir con las barras de labios.

En la tapa viene dibujado un pie en blanco, en su parte delantera y en la trasera, te vienen datos tales como:

  • Que la cantidad que presenta el stick es de 8 ml.
  • Que no lo expongamos a más de 30º o se derrite el stick.
  • Que una vez abierto, debemos usarlo en 36 meses, después no te aseguran la efectividad del producto.
  • Que el envase es reciclable.
  • Y por último «Stick antifricción» en todos los idiomas.

Yo estaba cansada de terminar con los pies destrozados, pues la forma de mi pie, no se adapta fácilmente a cualquier tipo de zapato.

Cada vez que iba a algún sitio, empapelaba en tiritas los dedos de los pies, y todas las zonas tendentes a la aparición de ampollas.

Pero por regla general, las tiritas se movían o se caían, bien por el sudor o el propio movimiento del pie en el zapato. Terminaba la jornada, con los pies llenos de ampollas, que debía de curar varios dias, antes de volver a calzar unos zapatos.

Cuando descubrí el stick, pensé que no funcionaría, para ser sinceros, y pensé bueno me voy a gastar 6 euros, pero por probar que pierdo.

Así que, me dí por todas las zonas tendentes a la aparición de ampollas y puse los zapatos, como no me fiaba, me eché al bolso, una cajita, de compeed, de las que las curan, pensando que me saldrían.

Ni una. A ver si me explico, NI UNA, increíble. No me lo podía creer, no me había salido ninguna ampolla, mi pié intacto, sin rastros de roces, o señales previos de aparición de cualquier tipo de ampolla. NADA.

Otro de los usos ha sido cuando hemos ido a bucear ya que a veces el cuello del traje de neopreno nos ha hecho un roce en el cuello y con esta aplicación hemos evitado que esto ocurra. De hecho, creo que nos lo dijeron una vez en un curso de buceo y desde entonces siempre tenemos en casa y por falta de uno dos ya que la última vez, nos olvidamos de cogerlo y compramos una segunda unidad en la farmacia. No es barato, no recuerdo el precio pero merece la pena si puedes terminar una caminata sin roce alguno ya que ca una pedícula que hace el roce disminuya, provocando una menor lesión o simplemente terminas sin roce alguno.

Desde entonces, lo llevo en el bolso, y cuando me calzo un zapato, a las primeras pisadas, ya noto si me puede salir alguna, entonces saco mi stick, me quito el zapato, y aplico, y evito la aparición de las ampollas.

Probadlo y no os defraudará, y si pensáis que se acaba pronto, os puedo decir, que tengo el stick, que me compré hace un año, y me queda todavía media barra.

Es práctico, cómodo, duradero y sobre todo el alivio para mis pies. Un imprescindible en mi bolso.

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