Después de haber jugado con Tente y con Lego, la evolución normal vendría con Meccano.
El Meccano es un juguete de construcción en el que ya no tenemos que encajar piezas cuadradas entre ellas y en su lugar se emplean piezas de metal y de plástico que juntaremos mediante tornillos, tuercas, arandelas, etc.
Existen diversos modelos de Meccano que se diferencian por estar numerados. Así podemos empezar con un Meccano 1 para un niño muy pequeño y encontraremos objetos fáciles de construir y con muy pocas piezas, a parte de que creo que en ese sustituyen los tornillos pequeños y esas cosas por piezas grandes de plástico, ya sabéis, para que al niño no le de por tener un exceso de hierro en sangre.
En este juego se pueden hacer infinidad de construcciones con sus piezas de metal, después de montadas se les puede incorporar un motor para que hagan funciones más complejas lo que le da bastante vida al juego.
Hay distintos tipos de cajas, cada una dirigida a una edad concreta por lo que hay que fijarse bien a la hora de comprarla
En los más avanzados podemos llegar hasta el modelo de Meccano número 6 que es el que yo tengo y que hace unos años era el más completo de todos. En esta caja encontraremos los manuales de todos los Meccanos, desde el 1 hasta el 6, con lo cual podremos empezar poco a poco a construir. A partir del numero 2 se incluye un pequeño motor eléctrico que dotará a nuestros «inventos» de movimiento, haciéndolos más realistas. El motor funciona con dos pilas de 1’5V con lo que no hay peligro para que lo maneje ningún niño a partir de cierta edad.
Las cosas que puede aprender un niño jugando con este juguete son muy diversas, desde lo que son las piezas y herramientas muy comunes en ferreterías, hasta aprender a hacer distintos tipos de ensamblaje.
El niño descubrirá que poniendo una cruceta cuando quieres hacer un ángulo recto consigues que las dos barras perpendiculares no se muevan de la posición, mientras que si solo atornillas una con otra al final seguro que se mueve.
Además aprenderá a hacer uniones móviles, sobre todo a base del sistema de doble tuerca, apretando una contra otra y dejando así libremente la pieza para girar entorno al tornillo o eje. Y por último aprenderá diferentes sistemas de transmisión del movimiento, desde engranajes rectos, cónicos y en perpendicular, hasta transmisión mediante correa.
Cada manual de Meccano incluye unas 12 construcciones posibles a realizar con las piezas, podremos dar vida a un helicóptero, un coche, un avión, una planta petrolífera, una grúa, … y casi todas las cosas imaginables.
Además, Meccano pone a disposición de sus usuarios pequeñas cajas que incluyen herramientas y piezas de repuesto, es muy normal que el niño acabe perdiendo la mayoría de tuercas y tornillos, y, sobre todo, los tornillitos pequeños que se utilizan para fijar los engranajes a los ejes.
Ya concluyo recomendando este juguete a todos los padres que se preocupan porque su hijo desarrolle una mente creativa y que quieran que se familiaricen con este tipo de cosas desde pequeños.
Mi experiencia con el juego de construcción Meccano
Dispongo de las primeras cajas de nivel 1 y nivel 5, a la cual añadí el nivel 3 de la segunda edición de piezas Meccano (vamos, de principios de los 90).
Los manuales que incluían son un poco escuetos, pues disponían simplemente de imágenes de todas las piezas en la primera página y hasta cinco modelos ideales para iniciarse con el montaje. Desde un coche de carreras hasta un barco pasando por un camión-trailer, un elevador ó cualquier cosa que os podáis imaginar.
Tanto en la primera como en la segunda edición de Meccano, el motor y las piezas necesarias para dar tracción a los coches (portapilas que hiciese de batería, piñones de 19 y 57 dientes, un tornillo de rosca, poleas…) se encuentran disponibles desde la caja 2.
Una de las diferencias entre ambos motores es que en la segunda edición los cables no vienen «pelados», es decir, tienen su propio sistema de encendido al conectarlos directamente en el portapilas. Pero para montar los motores y hacerlos funcionar en la 1ª edición ya es otra cosa. De todos modos en los manuales de las cajas con motor viene bien explicado el montaje. Por cierto, funcionan con pilas alcalinas de 1,5 v (hasta 4 pilas).
Otra de las características (en el Meccano 5 1ª edición) es la de piezas de plástico blando (de color azul y transparentes) que son muy sensibles a las roturas por dobleces ó similares.
Los «neumáticos» (tengo cantidad de ellos) son de buena calidad, permitiendo utilizarse bien con tornillos (no hace falta usar tuercas pues el tornillo más largo (nivel 1) no lo es comparado con el orificio del neumático), bien con la cantidad de barras que también traen los paquetes (desde 4 hasta 11,5 centímetros de largo, así como manivelas).
Y así hasta un sinfín de piezas con las que podéis construir infinitos modelos. Incluso sirven para soportes a cualquier elemento del hogar u objeto para colgar en la pared.
Uffff la de horas que me he pegado jugando con el Mecano… Mis padres me regalaron la primera caja de este juego allá por el año 95 y desde aquel día me enamoré de este juego de construcción. Yo estaba muy acostumbrado a otros juegos de construcción como el Lego o el Tente, ambos me encantaban aun que Lego más que el otro. Pero notaba que mis construcciones estaban faltas de realismo, estaban compuestas por piezas de colores chillones y una vez montadas no servían nada más que para acumular polvo, el Mecano fue lo que yo necesitaba.
En definitiva, paquetes de construcción para entretenerse hasta el infinito.
Ingeniero de Telecomunicaciones y probador incansable de productos, trato de descubrir lo bueno y lo malo de cada cosa que pruebo. Los textos que encontrarás en esta web han sido escritos por muchas personas contando su experiencia con el producto en cuestión, la web no se responsabiliza de la exactitud, lo actualizado que está su contenido y las opiniones vertidas en los textos.
