Frangelico

«Producto de Italia» nos dice la primera leyenda en letra muy gótica que encontramos en la botella de Frangelico, en una minietiqueta colocada a la altura del pecho del fraile -porque la botella tiene la forma que sugiere un fraile con las manos en el regazo- y otra etiqueta ya mayor colocada en lo que sería lo que cubre los bajos del religioso, de la cintura a los pies, se explayan en la historia de este licor que según cuentan proviene del Piemonte y la Liguria, de un señor amante de la naturaleza y vida de eremita

El licor Frangelico Lo conocí de pura casualidad en una comida de Navidad con compañeros de trabajo allá por una masía perdida en la comarca del Vallés Occidental de la provincia de Barcelona y tardó muy poco en pasar a formar parte de mi mueble-bar. Si tú también lo conoces y has llegado aquí buscando ofertas para comprarlo más barato, a continuación encontrarás el mejor precio de hoy:

Es imposible negar que el licor Frangelico está fabricado con avellana como fruto principal puesto que al acercártelo a la nariz desprende un aroma inconfundible a dicho fruto seco aunque nos dice que se usan otros para potenciar su sabor.

Y es que al paladear el primer sorbo encuentras un equilibrio de sabores que hacen del licor un verdadero placer para el catador. Entiéndaseme, no es ninguna explosión de sensaciones, es más bien un sabor suave, y en esa suavidad está su mérito para atraer a quienes gusten de lo exquisito.

Exquisitez es el adjetivo que definiría este licor, independientemente de que sea más o menos cierta la historia que nos cuentan en su etiqueta sobre su origen -es que últimamente estoy de un escéptico insoportable- pero es que me mosquea mucho esa historia tan elaborada sobre el personaje presunto inventor de la bebida. Entiendo que la historia siempre le da mas cuerpo al producto, más autenticidad, pero sigo con mis dudas sobre la veracidad de estas cosas.

Lo que también es un hecho y así lo reflejo aquí es que está embotellado en Canale (Italia) y distribuido por C.DOMECQ S.A. desde Madrid. (Bueno, esto debo creérmelo, digo yo)

La ventaja de los licores de este estilo es que se reserva -por lo menos yo- para ocasiones especiales, con lo que los 70 cl. y 24 grados de la botella duran bastante y dejan el precio en un factor de segundo plano. En mi caso creo que lo tengo por el mueble-bar entre dos y tres años.

Finalmente un apunte sobre los ingredientes, que son pocos: azúcar, alcohol, infusión de avellana, aromas y caramelo. O sea dulcecico, vamos.

En fin, un producto ideal para acompañar las bandejas de dulces en estas fechas que se acercan pero también bueno para cualquier día del año en que te quieras permitir un capricho orgásmico para el sentido del gusto y caricias preliminares para el olfato.

Historia del licor Frangelico

Este licor lleva una larga historia a sus espaldas ya que sus orígenes se remontan a hace más de tres siglos, lo comenzaron a elaborar monjes cristianos (a los cuales estoy sumamente agradecido ;-D) en Piamonte, localidad situada al norte de Italia y como materia prima utilizaban naturalmente las avellanas silvestres de la zona.

Analizando el nombre de la marca «Frangelico», puedo decir que está denominado así en honor a Fra. Angélico, un monje ermitaño que habitó hace siglos las colinas de Piamonte, incluso la forma de la botella también refleja claramente su orígen religioso ya que tiene la forma del hábito de un monje con el correspondiente cinturón en la cintura y todo.

Actualmente «Frangelico» se ha extendido prácticamente por todo el mundo y su receta originaria ha sufrido las lógicas alteraciones necesarias que permitiesen elaborar el excelente licor en grandes cantidades, además de las avellanas (exclusivas de esa zona de Italia) también lleva entre otros ingredientes Cocoa y Bayas de vainilla que ayudan a darle ese sabor tan personal e intransferible.

En su elaboración entran en juego muchos ingredientes algunos de ellos los conocemos pero otros los guardan en absoluto secreto para no desvelar la fórmula.Vamos por partes:

  1. Primero se le quita la cáscara a la avellana, la tuestan, trituran y la mezclan con alcohol y agua.
  2. Segundo se destila con una parte del liquido se obtiene el destilado natural de la avellana.
  3. Tercer paso a seguir es mezclar todo el destilado con cacao tostado, granos de café tostado, frutos de vainilla, raices de ruibarbo, flores de naranjo dulce.Y alguna otra cosilla que no nos dicen, supongo yo para que ningún «espabilao» se aproveche.
  4. Cuarto paso, la maduración, la cuál se hace en barricas de encina.

Por último, después de la maduración, el licor se mezcla con agua de manantial, se deja reposar unos meses y asi adquiere el sabor dulce tan caracteristico.

Personalmente siempre que pido un «Frangelico» hago que me lo sirvan en chupito o en un vaso alargado con hielo aunque ciertamente por lo que he podido saber también está muy bueno mezclado con café (en plan carajillo), así que un día de estos en lugar de tomar algún carajillo de «Melody» (crema catalana) o «Baileys» (el licor de ese anuncio tan absurdo) lo haré de este magnífico licor de avellana.

Mi paladar opina que «Frangelico» es un producto excelente, de esos que se le antojan a uno de vez en cuando gracias a su peculiar sabor, el cual es muchísimo más suabe que cualquier aguardiente e infinitamente menos dulce que los empalagosos licores de frutas.

Así que ya sabéis, si estáis cansados de los típicos chupitos y queréis probar algo diferente «Frangelico» es el licor ideal, seguro que os volvéis adictos a él del mismo modo que el que escribe.

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