Plastidecor

Las Plastidecor suelen ser las primeras ceras que utilizan los niños pequeños, ya que son mucho más fáciles de usar que los lápices de madera (sin hablar de los rotuladores). Además, se pueden borrar (aunque si habías apretado mucho, era una tarea muy difícil), no son tóxicas (importante para los peques que se lo suelen llevar todo a la boca), sus colores se pueden mezclar (aunque daban un resultado un tanto «raro»), no ensucian y se les saca punta de una forma muy fácil.

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Cómo son las Plastidecor

Estas ceras son unas barritas de cuerpo cilíndrico y miden de largo unos 11-12cm. Tienen un extremo puntiagudo que es con el que se pinta y otro recto, aunque en realidad pintan por ambos (yo misma les solía sacar punta por los dos jeje). En su parte central, a lo largo de la cera, podemos encontrar el nombre «Plastidecor» en letras doradas.

Las ceras Plastidecor suelen venir sobre una bandejita blanca de plástico, encajadas cada una de ellas en una hendidura con la misma forma de la cera. A su vez, esta bandeja va introducida en una caja de cartón de colores llamativos, con dos extremos libres (para poder extraer la bandeja) y una pequeña abertura (como una «ventana») por la que podemos ver las ceras de su interior.

En cuanto a los formatos en los que podemos encontrar ceras Plastidecor, si no recuerdo mal, hay de 8, 12, 24, 36 y 48 unidades. Cuantas más unidades vengan, lógicamente la gama de colores es más amplia, yendo desde los básicos de las cajas más pequeñas hasta una gran variedad en las grandes.

Las selecciones de colores siempre son bastante buenas, y en las grandes cuenta con una variedad muy completa.

Un problema que le veo a estás pinturas es que no se pueden mezclar los colores para lograr otros, es cierto que superponiendo dos colores se puede modificar algo la tonalidad del primero, pero no se llega a obtener un color distinto como se puede hacer con otro tipo de pinturas.

Se puede jugar con el tono en función de la precisión, aunque cuando esta es floja se notan perfectamente todos los trazos, por lo que hay que tener cuidado con estos, en cambio cuando la presión es mayor estás se diluyen por completo. Esta variación permite jugar con los sombreados o dar cierto volumen a los dibujos.

Estas pinturas estás indicadas para papel o cartulina, por lo que si se desea pintar sobre cualquier otra superficie recomiendo pensar en otras opciones. Lo que es una ventaja a la hora de las manchas, ya que sobre la mesa se limpia perfectamente y en la ropa tampoco hay problema, con lo que si se debe tener cierto cuidado es con las paredes, ya que dependiendo del tipo de pintura que tengan puede ser un verdadero problema.

Por último, como opinión personal os diré que para mí las ceras de la marca Plastidecor son las que mayor calidad nos ofrecen, cosa muy importante si tenemos en cuenta que van dirigidas especialmente para el uno de los más pequeños.

Sólo al tacto, ya son fácilmente diferenciables con las de otras marcas. Además, su trazo es mucho más suave y se deslizan fácilmente por el papel, cosa que no ocurre con otras que se «enganchan» al pintar.

Otro aspecto muy importante que cabe señalar, es que no son tóxicas. Aunque si tuviera que señalar algún inconveniente de este producto, sería la facilidad con la que se rompen (a pesar de que en la caja nos indican que no se rompen, los que las hemos utilizado sabemos que eso no es cierto).

Aún así, os recomiendo las ceras Plastidecor para vuestros peques o no tan peques jeje.

Plastidecor peques

Los «plastidecor peques» son como los plastidecor de toda la vida, pero de mayor grosor. La longitud es bastante similar a las ceras plastidecor estándar. Estos plastidecor peques favorecen las pre escritura ya que tienen una forma triangular que enseña a los niños cómo tienen que colocar los dedos al coger la cera. Por ello están recomendados a partir de los 3 años. El grosor más grueso también ayuda a los más peques a que la cera no se resbale por sus deditos.

Además estas ceras son blanditas lo que supone mayor comodidad para los niños. Lo malo, que se rompen. Mi sobrino rompió una en su última visita en Navidad, y seguramente vuelva a romper otra. Es el punto negativo de las ceras, que siempre se rompen. Aunque prefiero pintar con ellas, ya que tanto mi sobrino, como una servidora (si yo también le ayudo a pintar, y me encanta) nos cansamos menos que con los lápices

«No ensucian las manos», eso reza la caja del producto. Pero vamos a ver, ¿qué ceras conocéis que manchen? Si que manchan las tipo Manley, pero estas ceras son de uso adolescente, ya que yo las usaba en clase de dibujo entonces. Otro punto a su favor: las ceras no manchan y con mi sobrino es mejor prevenir que una vez me pintó bigote mientras dormía la siesta. Y menos mal que ahí acabó la cosa. ¡Angelito!

La caja que tenemos en casa es de diez colores. De esta gama de Plastidecor peques creo que no hay mayores ni menores tamaños. Pero para un niño tan pequeño veo adecuada la variedad de colores. Los colores son muy vivos y luminosos. Y por supuesto, se pueden mezclar.

Está decorada con dibujos infantiles, muy divertidos y adorables. Creo que esto lo han hecho los señores de Bic (si, Plastidecor pertenece a Bic) para diferenciar a estas ceras de las plastidecor de toda la vida y darles una imagen más de nenes de párvulos.

Gracias a uso de las ceras, mi sobrino ha aprendido poco a poco a distinguir los colores. Al principio se hacía un lío enorme y no salía del rojo, el único color que se sabía. Pero a base de decirle: «pásame el vede», «no, ese no, el verde, no ese tampoco…» Pues al final acabó por aprenderse los colores. Ainss, que orgullosa me sentí. 😉

En fin, unas ceras muy recomendables para los más peques de la casa. Están especialmente indicadas para favorecer la pre escritura y son blanditas.

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Ventajas y desventajas de Plastidecor

La principal desventaja que tienen este tipo de pinturas, al igual que las de otras marcas es que se rompen con facilidad si se aprieta mucho mientras se usan o se presiona con una fuerza excesiva sobre el papel o la superficie a pintar, y si se caen, o las lanzan, como es el caso de mi niña de dos años, contra el suelo, la encanta partirlas así.

Una de las ventajas más importante que tiene, además de que no son tóxicas, y para mi es un gran alivio, pues mi niña pequeña tiene una tendencia bastante constante de morder las pinturas e intentar comérselas, y no será porque no la regañe, a veces me pregunto si saben bien porque no me lo explico… , bueno, como decía, otra de las ventajas, a parte de eso, es que frente a las ceras ordinarias, estas pinturas no manchan las manos aunque la ropa sí, pero no tanto como las ceras ordinarias (al igual que las paredes, suelos, muebles, la tele… y todo los que se les ocurra decorar con su arte) y tratándose de niños pequeños, el que no se manchen con una actividad es un logro.

Además, a diferencia de otras pinturas, tienen un trazado uniforme, es decir, que no dejan pequeñas rayitas imposibles de colorear, y su color sea la tonalidad que sea es intenso, y brillante, alejados de los tonos apagados y sin fuerza de trazado poco uniforme que tienen otras marcas.

A parte de estas ventajas, está la mencionada anteriormente de facilitar la adquisición de la pinza superior, que es uno de los mayores hitos en el desarrollo psicomotor del niño y en la adquisición de habilidades motoras finas.

Por mi parte totalmente recomendables, se encuentran disponibles en papelerías en grandes superficies comerciales, en cajas de 10 unidades colocados en una bandejita de plástico que viene dentro de un estuche de cartón.

Precio de las Plastidecor

Comparado con otro tipo de pinturas son más baratas, aunque salen más caras que otras del mismo tipo y otra marca, aunque también es cierto que tienen bastante calidad tanto a la hora de pintar como en la resistencia, es cierto que se pueden partir pero con intencionalidad no saltan como sucede con otras por causa de la presión.

Yo creo que merece la pena pagar un poco más principalmente por la durabilidad, que hace que terminen rentando.

A mi me parecen recomendables para niños pequeños aunque con supervisión ya que con los colores llamativos tienen tendencia a llevárselos a la boca. La ventaja para los niños es que pinta muy bien no requirieren presión y como el tono varia en función de esta pueden ir aprendiendo a regularlo, en cambio en otras superficies no dejan machas, las manos quedan igual y la ropa no sufre.

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