Si a los escoceses les gusta tanto el whisky Glenmorangie, será por algo. Y razón que llevan. Tiene suficientes variedades distintas como para complacer a todos los amantes del whisky.
La destilería está cerca de Tain, a unos 60 km al norte de Inverness, en un sitio precioso sobre el Dornoch Firth que vale la pena visitar si eres lo suficientemente valiente para no temerle al frío de las Highlands.
La característica principal de Glenmorangie es -para mí- su sabor a especias (muy sutil, eso si). Ya sea el 10 años de la etiqueta naranja o el resto de las otras casi 40 variedades distintas que hay ahí fuera, todas tienen ese sabor inconfundible.
El mas extendido es el de 10 años, excelente como aperitivo. Tiene un color dorado precioso y un aroma muy fresco que a mí personalmente me recuerda al mar -será porque ha sido envejecido bastante cerca de la orilla y el ambiente húmedo y salado rodea todo el almacén.
Si se busca equilibrio, elegancia y técnica, Gelnmorangie 18 años no puede faltar. Mucho más complejo – y algo más suave – que su hermano menor, Glenmorangie 18 años sólo tiene un inconveniente: su precio desmesurado en nuestro país. Pero la calidad y si encima es de importación, hay que pagarla. Es especialmente destacable su equilibrio, que le confiere una aparente suavidad que no es otra cosa que la manifestación de su elegancia natural. No recomendable para bebedores ‘de volumen’, debido a su precio. Debería degustarse, naturalmente, solo y sin hielo. De gran prestigio en Escocia.
Es mediano de cuerpo, tirando a suave (no es de los que te rascan la garganta al tragar, ni mucho menos. En el paladar da unas notas de cereal y es muy cremoso, te crea un efecto parecido a lo que te hace la mantequilla: te empapa toda la lengua y se queda ahi durante unos segundos… mmmmm!!! Es un malta excelente, con una buenísima relación calidad – precio. Es tres veces más caro que cualquier mezcla, pero 500 veces mejor. Vale la pena. Y créeme es un regalo que nadie te va a despreciar.
Aparte del 10 años, Glenmorangie tiene así como unos 150 mil diferentes tipos de malta… bueno, creo que me he pasado un par de pueblos. Pero seguro que si digo 25 o 30 no creo que exagere. Por citar algunos, el 18 años, el ‘Millenium Malt’, el ‘Original 24 años’, y mi favorito dentro de la gama, el ‘Glenmorangie Vintage 1971’ para el que apenas si tengo palabras para describirlo.
Hay un par de curiosidades a cerca de Glenmorangie que me gustaría compartir con vosotros… Ellos eligen los árboles que quieren cortar (para fabricar los barriles para el envejecido) en el monte Ozark en Missouri (Estados Unidos), y por cada árbol que cortan plantan otros dos. Cuando han fabricado el barril, se lo dejan a una pequeña destilería de bourbon llamada Heaven Hill, situada en Kentucky. Cuando en HH han envejecido su caldo, mandan las barricas a Escocia donde Glenmorangie envejecerá sus whiskies. Normalmente suelen volver a rellenar las barricas unas tres veces, y cuando la madera ya no da mas de si, la queman en los hornos de secado para la cebada usándola como combustible (parte del proceso de destilación). Es muy curioso cómo los robles del monte Ozark deben y dedican toda su vida a Glenmorangie.
Y otra cosa mas es que Glenmorangie puso (o está poniendo de moda) eso de darle un ‘acabado’ al whisky: consiste en envejecer el caldo normalmente, y luego meterlo durante digamos un año (aunque puede variar entre 6 meses y dos años) en un barril que ha contenido otra cosa para darle unas características especiales. Al pasar tan poco tiempo, apenas le da un ligerísimo matiz, pero super interesante. Ahi fuera tenemos ‘Port wood finish’ (acabado en barricas de vino de oporto), ‘ Madeira’, ‘Sherry wood finish’ (jerez), ‘Fino sherry finish’ (jerez seco), ‘Tain l’hermitage (vino de Cotes du Rhone), y Claret wood finish (vino de Burdeos). Todos merecen la pena ser probados, y no son especialmente mas caros que la tirada de 10 años; lo único es que son un poco difíciles de encontrar.
Este es un whisky de los que hay que paladear despacio, para que el sabor madure en boca cómo lo ha hecho el whisky en las barricas de roble ajerezado. Es un whisky especial. Al igual que le pasa al Macallan es casi un termino medio entre un brandy y un whisky. En el Glenmorangie el peso del jerez no se nota tanto como en el Macallan, cosa que por mi parte es de agradecer, ya que me gusta mucho mas el whisky que el brandy, pero es suficiente para conferirle un sabor especial. La finura del licor y los matices que desgrana en boca hacen de Glenmorangie el mejor whisky de malta que he probado.Por supuesto, el alcohol tiene un destilado de primera calidad, y eso se nota mucho al dia siguiente de haberse homenajeado con el. lamentablemente estos homenajes no pueden ser muy frecuentes por que el precio de la botellita no baja de los 25 euros. aun así, para todo el que pueda permitírselo es altamente recomendable. Seguramente uno de los mejores whiskys del mundo
Y pase lo que pase, por favor, no le pongan hielo!!!
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